Resumen del posicionamiento de Grupo 40+ ante la suspensión de las prácticas y la posibilidad del contrato de “auxilio sanitario”

Desde finales del pasado mes de octubre, dos cuestiones preocupan nuevamente y de manera grave a las Facultades y Escuelas de Enfermería: la suspensión de las prácticas y la posibilidad (u obligatoriedad) de que el alumnado de cuarto curso sea contratado como “auxilio sanitario”.

Consciente de dicha preocupación, el Grupo 40+ Iniciativa Enfermera (Grupo 40+), siguiendo su objetivo de colaborar en clarificar y aportar soluciones a cualquier aspecto que afecte al desarrollo de la profesión enfermera, quiere aportar ideas con relación a ambos temas.

 SUSPENSIÓN DE LAS PRÁCTICAS CURRICULARES

Frente a la suspensión de las prácticas curriculares, el Grupo 40+ plantea una serie de propuestas de actuación basadas en tres premisas básicas:

  • El fomento de la adquisición de habilidades y competencias del alumnado mediante todo tipo de estrategias educativas alternativas a las prácticas clínicas hospitalarias.
  • La modulación de la presencia de los estudiantes en los centros de prácticas para hacerla más efectiva, segura y compatible con la situación derivada de la pandemia, evitando con ello, en lo posible, la suspensión de las prácticas.
  • La actuación de acuerdo con el principio de que la responsabilidad de la adquisición de competencias del alumnado enfermero es compartida entre el sistema universitario y el sistema sanitario, pudiéndose sólo cumplir dicha responsabilidad por ambas partes si existe una comunicación constante y eficaz entre las dos instituciones para la toma de decisiones de todos aquellos aspectos que afectan a la formación de las futuras enfermeras.

 Sobre este planteamiento, el Grupo 40+ propone una serie de acciones de nivel macro y micro para todos los prácticum.

Ver propuestas

 CONTRATOS DE AUXILIO SANITARIO

El pasado 25 de octubre el Ministerio de la Presidencia publicó el Real Decreto 962/2020, por el que se declara el estado de alarma para contener la propagación de infecciones causadas por el SARS-CoV-2.

La normativa estatal no indica cómo se podrá reclamar al alumnado del grado de enfermería dicha prestación personal obligatoria ni si habrá excepciones a la misma. Esta cuestión ha sido obviada en el desarrollo de los contratos de auxilio sanitario que se han desarrollado en las diversas comunidades autónomas por lo que parece no se han producido problemas en ningún caso.

Tal como se ha dicho al principio, todos los posicionamientos de Grupo 40+ Iniciativa Enfermera desean aclarar conceptos y proponer soluciones a problemas de la sociedad y del colectivo enfermero.

En este sentido, el presente análisis de la puesta en marcha de los contratos del alumnado de enfermería en calidad de auxilio sanitario, aún pudiendo ser considerada una medida indispensable, ponen de manifiesto que el desarrollo de los mismos debe ir ligado necesariamente a una estrechísima colaboración entre el sistema universitario (a través de sus Facultades) y el sistema sanitario y socio-sanitario (a través de sus instituciones) centrada en conseguir que:

  • Disminuya la incertidumbre y se garantice la seguridad del alumnado frente a las responsabilidades a desarrollar en los contratos de auxilio sanitario, así como su supervisión por parte de profesionales
  • Asegure que el alumnado podrá adquirir las competencias que su titulación requiere.

Por su total coincidencia con estos objetivos, vale la pena apuntar algunas de las ideas recogidas en el “Documento de buenas prácticas para la integración del alumnado con contrato de auxilio sanitario y reconocimiento académico” elaborado por la Associació de Deganes i/o Directores de Facultats i Escoles d'infermeria de Catalunya, Balears i Andorra (ADEIC) el pasado día 31 de octubre.

Para terminar este posicionamiento, desde Grupo 40+ Iniciativa Enfermera queremos repetir que la cuestión de la adquisición de las competencias necesarias por parte del alumnado constituye, sin duda, la responsabilidad última de las universidades, pero en el caso de los estudios de ciencias de la salud, es igualmente una responsabilidad ineludible de las instituciones sanitarias y socio sanitarias en las que el alumnado realiza su formación clínica que es la que asegura la práctica profesional de calidad.

De este modo, confirmar que el alumnado podrá adquirir las competencias necesarias se convierte en una cuestión del conjunto de la sociedad que necesita garantizar que las medidas excepcionales frente a la terrible pandemia que padecemos, no impiden contar en el futuro próximo con las enfermeras mejor formadas.