La consulta de enfermería, clave para el control de la polimedicación
En España 8,2 % de la población toma cinco o más medicamentos de forma simultánea. El seguimiento y revisión de la medicación se realiza de forma habitual y estructurada desde la consulta enfermera.
Se considera paciente polimedicado aquel que consume cinco o más medicamentos de forma simultánea, especialmente si esta situación se mantiene de forma prolongada o en el contexto de enfermedades crónicas. Según el Ministerio de Sanidad, aproximadamente el 8,2 % de la población general en España se encuentra en esta situación. En personas mayores de 75 años, este porcentaje se eleva hasta el 30 %. Además, se estima que cerca del 10 % de los mayores polimedicados toma diez o más medicamentos distintos de forma simultánea, lo que incrementa notablemente el riesgo de complicaciones.
Desde el Colegio de Enfermería de Zaragoza se recuerda que la revisión de la medicación de los pacientes polimedicados es una actividad habitual en la práctica clínica enfermera, integrada en el seguimiento individualizado que se realiza desde los centros de salud. Esta revisión se efectúa de forma estructurada, incluyendo la conciliación de la medicación y fomentando la toma de decisiones compartida entre paciente y profesionales sanitarios.
El control del polimedicado forma parte de las competencias reconocidas de la profesión enfermera, que permite a las profesionales valorar, identificar riesgos y actuar dentro del marco de la atención segura al paciente. Estas acciones se alinean con las recomendaciones del Plan de Uso Racional del Medicamento y la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud.
Según la enfermera Mª Jesús Morales: “Los riesgos asociados a la polimedicación son muchos y muy variados. Si no se revisa la medicación puede haber interacciones no deseadas entre medicamentos, efectos secundarios, dificultad en la adherencia al tratamiento o, incluso, solapamientos entre las prescripciones de los diferentes especialistas sanitarios”.
La enfermera, profesional esencial para la seguridad terapéutica
Las enfermeras desempeñan un papel fundamental en la revisión, seguimiento y educación farmacológica de los pacientes polimedicados, especialmente en aquellos de edad avanzada, que a menudo presentan mayor dificultad para seguir tratamientos complejos. La complejidad terapéutica puede reducir la adherencia al tratamiento, aumentar los efectos adversos y multiplicar el riesgo de interacciones medicamentosas.
Ante una persona polimedicada, la enfermera puede:
- Revisar junto a él el tratamiento completo, detectando duplicidades o dosis inadecuadas.
- Colaborar con el equipo médico para ajustar pautas y reducir, si es posible, el número de medicamentos prescritos.
- Educar al paciente sobre cómo y cuándo tomar su medicación.
- Detectar señales de alarma ante posibles reacciones adversas.
¿Qué pueden hacer los pacientes polimedicados?
- Llevar siempre una lista actualizada de los medicamentos que están tomando.
- Evitar la automedicación, para prevenir interacciones o efectos adversos con los tratamientos ya pautados.
- Consultar a su enfermera ante cualquier duda o efecto indeseado relacionado con la toma de fármacos.
Para Mª Jesús Morales, la consulta periódica con la enfermera es fundamental: “Animamos a las personas polimedicadas, sobre todo si son mayores o tienen tratamientos crónicos, a acudir a su enfermera de referencia cada cierto tiempo, no solo cuando haya algún problema”. El seguimiento enfermero permite intervenir a tiempo y evitar consecuencias negativas.



