ISABEL RODRIGUEZ: La enfermera que conquistó América

Una de las pocas mujeres que llegó en las primeras expediciones a América fue Isabel Rodríguez, excelente enfermera y valiente soldado que acompañó a Hernán Cortés durante la conquista de Méjico.

Isabel Rodríguez acompañaba a su marido Miguel Rodríguez de Guadalupe, uno de los capitanes de Pánfilo de Narváez, que después se unieron a la expedición de Hernán Cortés para internarse en el actual territorio mejicano.

El territorio mejicano estaba dividido en pequeños estados con constantes luchas territoriales. Los Mexicas, eran el pueblo más desarrollado y fuerte, pero también el más cruel y sanguinario contra el resto de pueblos dominados. Cortes, con gran capacidad diplomática, ideó una continua estrategia de alianzas con las tribus indígenas que se encontraba a su paso, que vieron en los españoles una oportunidad para liberarse de la crueldad mexica. Aunque también, fue implacable y sanguinario con los pueblos que no se aliaban a su causa.

Tras varios episodios sangrientos llegaron a la capital Tenochtitlán donde fueron bien recibidos por Moctezuma, pero enseguida Cortés le hizo rehén. Temiendo una revolución, Cortés intentó una huida nocturna de la ciudad, pero fueron descubiertos y atacados por miles de mexicas matando un tercio de los españoles.

Los pocos españoles supervivientes, entre los que se encontraba Isabel Rodríguez, fueron perseguidos por miles de mexicas hasta Otumba. Donde los españoles plantaron batalla, logrando la victoria en una de las batallas más importantes de la conquista de Méjico.

Ante el elevado número de heridos, Isabel decidió crear un Cuerpo de Enfermeras que se dedicase al cuidado y recuperación de los heridos para que pudieran incorporarse al combate lo antes posible. Comenzó a entrenar a voluntarias entre las mujeres de la expedición, formándolas en las técnicas de curación y tratamiento de heridas. Este Cuerpo de Enfermeras comenzó a acompañar a los expedicionarios de manera continua en todos los desplazamientos y en todas las batallas.

Unas heridas las curaban con hierbas, otras las quemaban con aceite o con grasa animal derretida, y finalmente las tapaban con trapos limpios. Eran tan efectivas las curas que llegaron a considerarlas milagrosas.

Finalmente, Tenochtitlán es conquistada en una batalla que marcó la caída del Imperio Mexica y el comienzo del actual México mestizo con el que se inició la unión de las culturas europea y mesoamericana.

Fue tal la fama del trabajo de Isabel Rodríguez que recibió de la Corona de España el título de médico honorario, por lo que además de ser la pionera de la enfermería en campañas bélicas, se convirtió en la primera mujer médico documentada de la historia.

Finalmente se estableció con su segundo marido en Tacubaya donde habían recibido de la Corona de España, unas tierras por sus méritos en la conquista de Méjico. En esta localidad se establecieron y aquí pudo ejercer la noble titulación recientemente recibida, pudiendo practicar las técnicas terapéuticas y los cuidados a los enfermos y heridos de la comunidad hasta el final de sus días.

Como hemos visto, la enfermería ejerció un papel fundamental en la conquista del Nuevo Mundo. La excelente labor sanitaria del Cuerpo de Enfermeras creado por Isabel Rodríguez realizó un impresionante trabajo en la recuperación de heridos durante toda la conquista que resultó ser clave para la consecución del éxito.

Un Cuerpo de Enfermeras formado por heroicas mujeres que igual blandían espadas en los combates, cuidaban los caballos y conseguían provisiones, como curaban heridos o ayudaban a bien morir a los moribundos.

Para leer el reportaje completo publicado en la revista Noticias de Enfermería nº 130 pulse aquí

Compartir

Comentarios

Déjanos tu opinión

Te informamos de que en este sitio web únicamente utilizamos cookies propias con finalidad técnica para ofrecerte un mejor servicio, de acuerdo con tus hábitos de navegación. No recabamos ni cedemos tus datos sin tu conocimiento.
Puedes consultar nuestra Política de Cookies aquí.